La lucha por la igualdad de género se ha venido desarrollando en diferentes frentes como es el ámbito institucional, el laboral, el cotidiano o la academia. La universidad ha sido motor y refugio de este tipo discursos promocionando todo tipo de debates y siendo un espacio en el que encontrar recursos para realizar estudios y proponer nuevas teorías. La universidad es, además, uno de los escasos espacios educativos en los que podamos encontrar una formación específica de género a través de diversas asignaturas en grados y en posgrados impartidos por esas instituciones y que han tenido un impacto evidente en las nuevas generaciones de alumnos/as. Frente a los nuevos retos que afronta la democracia de género como es el auge de los discursos machistas en redes sociales o la reacción frente a la Cuarta Ola, la transferencia de conocimiento desde la universidad puede jugar un papel clave.